El tratamiento de superficies mediante mecanizado de metales implica procesos que modifican la superficie de las piezas metálicas para mejorar sus propiedades, como la resistencia a la corrosión, la dureza y la apariencia. Los métodos más comunes incluyen el anodizado, el enchapado y el recubrimiento, que ayudan a mejorar la durabilidad y la funcionalidad de los componentes metálicos en diversas industrias.
El tratamiento de superficies es fundamental, ya que protege las piezas metálicas del desgaste, la corrosión y los daños ambientales. También mejora el rendimiento y la longevidad de los componentes metálicos, haciéndolos más adecuados para aplicaciones exigentes, como la industria automotriz, aeroespacial y de fabricación de maquinaria.
Algunos de los métodos de tratamiento de superficies más utilizados incluyen: Anodizado: agrega una capa protectora de óxido a metales como el aluminio. Galvanoplastia: deposita una capa fina de metal (por ejemplo, oro, níquel) para mejorar la apariencia y la resistencia. Recubrimiento en polvo: agrega un acabado duradero y de alta calidad a las piezas de metal. Tratamiento térmico: altera las propiedades físicas del metal calentándolo y enfriándolo.